Mientras paseábamos por Barcelona en uno de los recorridos de nuestra última Concentración de Reclinados, Ángel me confesaba que disfrutaba tanto con su trike que lo único que le dolía era haber tardado tanto en dar el paso.
Su máquina es un trike Scorpion FX con motorización eléctrica Shimano Steps y cambio automático Shimano Nexus Di2: una verdadera maravilla (y lo digo lentamente) para quien gusta de pedalear tranquilo y sin esfuerzos.
Su observación me pareció muy descriptiva. Pero además, creo que no me equivoco si digo que refleja a la perfección el sentir de muchas personas que, después de un largo proceso de reflexión y meditación (que es totalmente comprensible oiga, es mucho dinero), han decidido dar ese paso y comprarse la bicicleta que tanta ilusión les hacía… y tanto les escocía el bolsillo.
El resultado, casi invariablemente, es el mismo. Quien, después de muchas cavilaciones, consultarlo hasta la extenuación con la almohada, en ocasiones años después de haber tomado ese primer contacto… termina el proceso y se hace con su trike, se da cuenta de que ha acertado. Y entonces, descansa.
Aprovecho para transmitiros el mensaje a todos aquellos que os lo estáis pensando (os aseguro que os comprendo)… porque los años pasan y el tiempo no se recupera. No lo digo necesariamente por mi propia experiencia… sino por la de Ángel y muchas personas como él, que han descubierto que una buena inversión merece la pena con creces.