Pocos usos más nobles se les puede dar a los objetos inservibles que reciclarlos y reutilizarlos. Pero hay quien encuentra la forma, y además, lo convierte en un arte.
Es el caso de Seo Young Deok, un escultor coreano que ha convertido miles de metros de cadenas de bicicleta (y algunas otras cadenas de otras procedencias) en preciosas esculturas inspiradas en el cuerpo y mente humanas.
Me he encontrado con este bonito vídeo, un sencillo montaje que fue grabado en la exposición que estos días acoge el centro de arte INSA/Arko en Seúl, y que su editor ha sabido acompañar de una bien escogida pieza de piano. Os dejo que disfrutéis del vídeo.
Aquí tenéis el enlace al artículo que lo engloba, por si alguien quiere leer más. Está en inglés.
http://www.yatzer.com/seo-young-deok-chain-sculptures
Por cierto, tu bicicleta reclinada tiene una cadena más bien larga… Cuando la tengas que cambiar, deshazte de ella apropiadamente… o envíasela a este hombre.