¿Por qué es más segura una bicicleta reclinada?

Ante todo lo que es nuevo, siempre surgen dudas y suspicacias. Las bicicletas reclinadas no son una excepción; son víctimas de este desconocimiento y se ven constantemente sometidas a cuestiones varias, una de las cuales, y merece la pena detenerse sobre ello, es la seguridad.

La mayoría de la gente entiende la escasa altura de un ciclista reclinado como una desventaja porque la visibilidad del ciclista es menor. Pero esto tiene fácil arreglo, colocando un banderín que, al viento, se mueve y llama mucho la atención.

Sin embargo, esa diferencia de altura implica que, si se produce una caída, el impacto del ciclista contra el suelo es mucho menor, porque está más cerca del suelo. Esto implica menor riesgo de fracturas y lesiones de todo tipo.

En segundo lugar, en una bicicleta reclinada el ciclista nunca volará por encima de la bicicleta en caso de accidente o tropiezo, con lo que es muy difícil, casi imposible, recibir un impacto directo en la cabeza. Esto tiene unas implicaciones importantísimas porque el mayor riesgo de muerte en bicicleta lo revisten los golpes en la cabeza, y la mayoría de estos golpes se producen cuando el ciclista tropieza o choca contra un obstáculo. Como va muy alto sobre la bicicleta, vuela sobre ella y cae de cabeza, o con las manos primero. Esto no ocurre en una reclinada.

Y en tercer lugar, la postura reclinada, con los pies por delante, es una posición que protege al ciclista ante cualquier impacto frontal. Los pies son los que impactan primero, protegidos por los pedales. En otro tipo de bicicleta, cualquier otra parte del cuerpo, siempre más vulnerable que los pies, es la que impactaría primero. Además, los pies van protegidos por calzado, con lo que los posibles daños para el ciclista en caso de accidente o caída se reducen todavía más.

No os habíais parado a pensarlo, ¿verdad? Tenedlo en cuenta.

Si tienes cualquier consulta sobre seguridad en reclinadas, pregúntanos. info@3ike.es