Ya hemos puesto a prueba el Eco Trike de Azub, la versión ´low cost´, y por el momento, el primer trike del fabricante checo.
Impresiones: todas muy positivas. Es un trike rápido, ágil, negocia muy bien las curvas. Con un radio de giro de tan sólo 4.83 metros, es uno de los triciclos que menos espacio necesita para dar la vuelta, y ello le da mucha agilidad en aceras y entornos urbanos. Aunque no es el más ligero del mercado, sus 16,8 kg sin accesorios lo colocan en muy buena posición. En los giros es relativamente estable: como todos los trikes, una curva tomada demasiado rápido te “escupirá” hacia afuera, así que conviene aprender a tomar las curvas antes de coger velocidad sobre tres ruedas.
Su característica más ventajosa con respecto al resto de marcas es el amplio rango de ajuste de su asiento. Con el sistema IPS (Ideal Position System) exclusivo de Azub, el asiento puede moverse hacia delante o hacia atrás en unas 12 posiciones, evitando así tener que ajustar el brazo delantero, y por tanto, la longitud de la cadena, que es uno de los puntos más engorrosos de las bicicletas reclinadas. El resultado son 18 centímetros de ajuste del asiento sin necesitar más que un cierre rápido. Además, el ajuste del ángulo también es muy generoso, permitiendo, como es típico en Azub, un cambio de posiciones muy amplio. Para ser exactos, entre 20 y 50 grados.
En un alegre color naranja, el Azub Eco Trike es muy llamativo. De aspecto muy robusto, de tubos gruesos, transmite una sensación de robustez y seguridad que continúa cuando uno se sube encima y empieza a pedalear.
No dispone de suspensión, pero su asiento de malla, flexible y absorbente de las vibraciones, puede suplir la suspensión en terrenos no muy complicados. La otra ventaja de su asiento es que, al igual que los triciclos de Greenspeed, de cuyo diseño ha tomado ejemplo, la tensión de la malla se reajusta por sí sola cada vez que el ciclista abandona el asiento. El mecanismo es tan sencillo como una goma elástica que mantiene la tensión de forma permanente, al contrario que otros asientos con cinchas de ajuste, ajustables manualmente, pero que van perdiendo tensión entre uno y otro uso. Otra simple gran idea.
El manillar es cómodo, con los puños situados algo más altos que en otras marcas y modelos de trikes. Su peculiaridad con respecto a otros es que es un manillar de una sola pieza, lo que implica que puede ajustarse en ángulo hacia delante y hacia atrás, pero no puede ensancharse o estrecharse. En cualquier caso, para la mayoría de las personas no sería necesario modificarlo, es amplio y suficiente. Como en todos los modelos de Azub, los frenos y los cambios llevan la misma orientación que en una bicicleta convencional: se agarran de la misma forma, y no en el sentido inverso.
Sus frenos, de tambor y muy poco vistos aquí en España, son muy potentes y aseguran una frenada segura. Los frenos de tambor son también utilizados por marcas como ICE y prácticamente no requieren mantenimiento: sus pastillas pueden durar, en unas condiciones de uso normales, tantos años como el propio triciclo (habitualmente se dice que tienen una vida equivalente a la de la bicicleta). El derecho y el izquierdo son independientes y no lleva freno trasero, que en un tadpole trike o triciclo con dos ruedas delanteras y una trasera apenas sirve para nada.
El freno de mano es otro recurso sencillo, barato y efectivo: una tira de velcro para mantener cerrada la maneta.
Todos sus acabados son de muy buena calidad. Su única pega es que no es plegable. Pero quizá eso sea demasiado pedir por 1.690 euros…
Lo mejor: su relacion calidad-precio.
Lo peor: que no es plegable.
Jason Harris